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Hablemos de Suficiente

August 9, 2025 by
Hablemos de Suficiente
Diego Garciacelay
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A veces me pregunto si no estamos llevando el minimalismo —y la búsqueda de equilibrio— a un extremo que ya no libera, sino que oprime.


¿Cuánto es suficiente para vivir bien? ¿Cuánto es necesario para evolucionar, sin caer en esa obsesión moderna por poseer, por mejorar, por “llegar a algo”?


Siento que hay una línea muy fina entre la sana ambición y la enfermedad disfrazada de éxito. Entre la pasión genuina y la necesidad de rendir. A veces, hasta la propia pasión se contamina: ya no es por ella misma, sino por cumplir con un estándar, por mostrarse, por justificar.


Y me duele. Me duele pensar que hay veces que avanzo solo porque el mundo lo espera. Porque quedarse quieto parece un pecado. Porque parar es casi un acto de rebeldía.


La verdad es que muchas veces no quiero mejorar. No quiero escalar, ni crecer, ni medir nada. Quiero ser. Nada más. Ser sin tener que justificar, sin tener que superarme, sin tener que rendir.


Creo que por eso, en el fondo, mi obsesión con "no tener que trabajar" no es por rechazo al trabajo. Porque me gusta trabajar. Pero me gustaría hacerlo sin la presión constante de que siempre hay que ir por más. De que si no crezco, pierdo. Que si no produzco, valgo menos.


Solo quiero respirar tranquilo. Estar en paz. Y tal vez ahí, en ese espacio simple, esté el verdadero sentido de “suficiente”.

Hablemos de Suficiente
Diego Garciacelay August 9, 2025
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